martes, 20 de marzo de 2018

Mi oportunidad es Tú Oportunidad...y viceversa

Hola Joaquín y Maya, estas palabras se las escribo a ustedes pero las comparto por si le sirven a alguien más, la verdad en alguna parte de mi temprana juventud yo decidí que iba a ser padre, que iba a priorizar la familia ante todo. Siempre quise ser científico, filósofo o doctor pero cada vez que analizaba la vida de estos personajes encontraba que su dedicación a su profesión era tanta que dejaban de lado a sus familias, no hablo de las personas que no le dan tiempo a sus familias por trabajos que los absorben o que se dejan ser absorbidos por los mismos por el miedo de no saber cómo llevar a una familia, sobre todo cuando hay niños; hablo de los grandes personajes que hicieron historia, cuya profesión era más que vocación, yo quería descubrir muchas cosas, construir cosas para el futuro y ser recordado como un gran personaje. Pero todo eso se derrumbaba cuando descubría cómo dichos personajes manejaron sus familias y sobre todo a sus hijos. Puede ser porque tal vez hubiese querido tener una familia normal, pero ¿quien lo tiene, no?. En ese momento tomé la decisión de no ser así, no dejaría de lado a mi familia por nada del mundo, ni por dinero ni por mis pasiones o hobbies, mis hijos siempre tendrían lo que yo no tuve: un papá y una mamá sólo para ellos. A partir de ese momento cada paso que daba en mi vida tenía que cumplir ese requisito, traté de hacer lo que siempre te dicen: siempre hay tiempo para todo, sólo es cuestión de organizarse; y la verdad, no pude hace hacerlo, cada vez que me dedicaba profundamente a una de mis vocaciones me daba cuenta que el camino por donde iba me dejaba muy poco tiempo a mi lado personal y familiar, así que en otro punto de mi vida saliendo de la adolescencia tuve que tomar otra decisión, elegir la carrera que sería para toda la vida, así que elegí la que me gustaba pero que podía controlar y donde no había mucho por descubrir, era más bien inventar con lo que ya se tenía. Hasta este punto les puedo decir que creo que retomaré mis hobbies cuando me jubile pero la verdad no me arrepiento de esas decisiones, tal vez de otras muchas decisiones sí me haya arrepentido pero de éstas no, no se olviden que no está mal arrepentirse, eso significa reconocer los errores propios y que probablemente los corrijamos o que no volveremos a cometerlos.
Saben, otra cosa que me reforzó esta decisión fue la experiencia de ver cómo la forma de crianza en otras partes del mundo tenía resultados muy positivos para las personas. Ver que el hecho de que los padres le den más tiempo en los primeros años de vida tenía un alto impacto en el desarrollo de las personas; y claro, comparando con mi experiencia personal -a pesar que mi mamá hizo lo imposible para poder cubrir el rol de mi papá- siento que sí hubo un efecto el hecho de no contar con una relación más cercana con mi papá, esa figura paterna que me hubiese gustado tener y que -por temas como el machismo, entre otros- no pude.
Entonces, por toda la experiencia propia y ajena noté que a veces pasa que las personas no ven el origen de sí mismos, para bien o para mal, y les niegan de manera inconsciente a sus hijos una mejor vida aunque sí lo desean; como por ejemplo cuando una persona que siempre tuvo a sus papás juntos, llega a tener una relación con hijos y luego se separa sin hacer mucho esfuerzo por la relación, sin saber el gran daño que les causan a sus hijos; o los que tuvieron a papás normales y luego quieren formar familias con un enfoque distinto como las parejas del mismo sexo que adoptan hijos; o las personas que tuvieron familias con estructuras complicadas o con problemas que llevan las mismas complicaciones a sus nuevas familias. Todo esto denota que siempre se puede mejorar pero sobre todo no podemos negar a nuestros hijos lo bueno que tuvimos, eso por lo que nuestros padres siempre se esforzaron por darnos -y no hablo de lo material- sino la perseverancia, la constancia, el esfuerzo, la actitud ante las situaciones de la vida que ellos hicieron por nosotros y ante nosotros, y que a veces dejamos de verlos en nuestra etapa de juventud por nuestro desorden hormonal temporal pero que a pesar de todo siempre lo hacen por nosotros; esas cosas son las que debemos interiorizar y darnos cuenta que gracias a ello es que somos quienes somos y que aún así hay cosas por mejorar, porque los padres no son perfectos, pero sí lo intentan con nosotros, aunque sobre toda la perfección que puedan intentar está su humanidad y a veces algunos no lo controlan por momentos o por períodos o por largo tiempo, eso no deja que sean nuestros padres y justamente eso es lo que de alguna manera nos hace ser quienes somos, por lo menos en la primera etapa de nuestras vidas. Con el tiempo -ya luego de la madurez- somos quienes somos por decisión propia, pero qué gran base es lo que son nuestros padres y nos ayudan mucho mucho cuando ellos hacen las cosas correctas o por lo menos lo intentan.
Saben, siempre pensé que las oportunidades que nos dan y las que tomamos son las que marcan la diferencia dentro de cada persona; pero antes pensaba que las oportunidades eran los estudios, las carreras, los cursos, las clases especiales, los talleres, las charlas, todos esos lugares o momentos donde adquirimos nuevos conocimientos o nuevas habilidades, ahora tengo la convicción de que la mejor oportunidad que podemos darles a nuestros hijos es el tiempo, nuestro tiempo, nuestra compañía, nuestra interacción con ellos, nuestra conversación, nuestras muestras de cariño, nuestra actitud frente a los problemas, nuestro apoyo en los momentos de inseguridad, nuestra fuerza interior en los momentos de ira o de molestia, nuestra negativa a cosas que pueden hacerles daño, nuestra calma ante los desastres que puedan hacer, nuestra perseverancia y tranquilidad a los intentos fallidos, nuestra sonrisa en los momentos de aprendizaje, nuestra risa en los momentos de juego o relajación, nuestras habilidades en las situaciones nuevas, incluso los momentos de silencio y contemplación, todo eso son las mejores oportunidades que podemos darles a nuestros hijos, y muchas veces hay que dejar otras cosas para poder darles eso -priorizar, como dice tu mamá-, sólo hay que ser consciente de esto para poder darnos cuenta. La idea de tener más oportunidades no es competir con los demás, la idea es ser mejores nosotros mismos sin dejar de ayudar o apoyar a los demás, sin dejar de lado la sociedad que nos rodea, es más, parte de la mejora interna de cada uno es justamente el nivel de relación que tiene con el entorno en toda su amplitud (personas, naturaleza, ciudad, etc.). Y sin querer queriendo, esa intención y acciones que realizamos para darle a nuestros hijos esas oportunidades, en realidad nos ayudan de manera inimaginable a nosotros mismos, pero eso sólo lo verán cuando lo hagan, porque seguramente a cada uno le ayudará en lo que no tuvo o tenía por mejorar y no lo sabía, incluso a los que se analizan como yo les puede sorprender las cosas de las que no se habían percatado pero que había mucho por mejorar.
Para terminar, les contaré que tengo pocos recuerdos de mi infancia, pero de todos ellos, los que más recuerdo con mucho cariño, y tal vez añoranza, es que era casi rutina que al salir del colegio, siempre me esperaba mi mamá haciendo el almuerzo y mientras ella cocinaba yo me sentaba en la mesa donde ella preparaba todo y allí me preguntaba cómo me había ido, y yo le contaba todo y ella siempre terminaba con algún consejo, pero era tan rutinario que no recuerdo ninguna de las miles de conversaciones particularmente sino sólo del hecho que lo hacíamos y en el proceso me dejaba algo que hacer: pelar las habas, la zanahoria, la papa; lavar el arroz, la quinua, las verduras; picar la vainita, la lechuga; y tantas otras cosas que también fue parte de mi aprendizaje. Para ello ella tuvo que tomar el horario nocturno para trabajar y estar más tiempo con nosotros, y en el día se las arreglaba para hacer algún tipo de negocio que le permitiera tener algo más de ingresos en los momentos que no estábamos, como en la mañana después de hacer el desayuno y de que todos íbamos al colegio, o en la tarde luego del almuerzo y todos nos íbamos a dormir o a jugar; tantas cosas que hizo sólo para estar esos momentos con nosotros. Creo que a pesar de las necesidades que teníamos cubrió lo necesario porque nunca sentí que me faltara tiempo con ella o con la familia y nunca sentí que me faltaran cosas materiales, claro hasta la adolescencia donde uno quiere todo lo que no tiene y cree que le falta todo; aún así ella hizo todo lo posible por darnos eso también y cuando ya fui consciente de ello la verdad ya no fue tan necesario y estaba tranquilo con lo que tenía. Todas esas oportunidades que me dio mi mamá son las que ahora les quiero dar a ustedes, y claro con algo más adicional. Además de ello creo que igual dejaré mi aporte a la humanidad aunque tal vez no con algún invento genial que cambie la trayectoria del mundo pero sí con el impacto que me interesa que tenga. El mundo de todas formas crecerá, el problema en este momento es que casi se ha perdido todo lo aprendido de nuestra humanidad por miles de años y que antes se transmitía de padres a hijos, porque claro, como ahora la tecnología transmite mejor toda la información técnica, creemos que eso lo reemplaza, pero hay mucha información no técnica que puede terminar de perderse si no hacemos algo por retransmitir, eso es lo más valioso en este momento que podemos obtener de las personas mayores, eso está en poca medida en Internet así que lo mejor que podemos hacer es tratar de capturarlo antes que las personas de mayor edad ya no estén con nosotros y se termine de perder esa experiencia, de miles de años en algunos casos; allí también hay muchas oportunidades.

sábado, 24 de octubre de 2015

Felicidad en el tiempo... (10:11 a.m. 01/08/2015)


Estamos juntos ya 15 años y sólo tengo claro que la decisión que tomé el primer día, el día que le dije para estar, el día que le pedí la mano, el día de la boda y todos los otros días que nos peleamos, fue lo que me hace ser feliz todos los días con ella. Uno decide su futuro cada minuto que pasa y en cada acción que toma, desde la más pequeña hasta la más grande, aunque sea consciente o no. Pero para decidir hay que entender...y comprender, no sólo lo que nos rodea y a quienes están en nuestro camino también a nosotros mismos, que a veces es muy difícil porque no queremos ver nuestros defectos o si lo sabemos a veces no queremos verlos como defectos sino como personalidad y cubrimos la realidad de que pueden afectar a los que nos rodean y a veces hacerles daño, para mi eso fue lo más difícil de comprender e interiorizar. Y si no se sabe algo, si no se tienen todos los argumentos o definiciones para llegar a comprender, se debe preguntar, uno tiene que ser consciente de que mucho lo que "sabemos" a veces son sólo conjeturas, experiencias pasadas en un entorno distinto que no necesariamente se van a repetir, a veces realmente no sabemos lo que creemos saber y eso también es complicado entender y ser consciente de que necesitamos preguntar a alguien más, no porque alguien tenga la respuesta necesariamente sino que nos puede dar otra perspectiva de lo que creemos saber, alguien que es muy distinto a nosotros sobre todo, que sea sincero y no oculte sentimientos.
Y si no se tiene respuestas se debe buscar con todas las fuerzas, como cuando buscamos algo que queremos mucho, como cuando se pierde la mascota y dejamos todo lo demás para buscarlo y no paramos hasta encontrarlo, o como cuando se nos pierde dinero y volvemos toda la ruta anterior y tratamos de volver paso a paso y revivir lo que hicimos para encontrar en dónde nos pudimos descuidar y encontrar lo que buscamos; ese tipo de búsquedas sólo lo hacemos cuando algo nos importa y también es posible usarlo cuando buscamos respuestas. Y, si aún así no encontramos las respuestas sólo nos queda prestar atención, porque muchas veces las respuestas están muy cerca pero no nos daremos cuenta si no estamos conscientes de que pueden estar allí, entonces lo que hay que hacer es prestar mucha atención, pensar antes de hacer o decir algo, escuchar pacientemente a los que están a nuestro alrededor, aguantar el querer hablar o opinar, porque cuando uno habla deja de pensar, la mente es más rápida que el habla y debemos darnos cuenta que cuando hablamos dejamos de pensar para poder hablar y se pierde la atención, se obvian gestos, se deja mucho de lado para poder expresar lo poco que hemos captado, analizado y entendido, en lugar de todo eso es mejor seguir observando y prestando atención, es mejor seguir recopilando información que luego nos de alguna respuesta en nuestra mente, es difícil pero se puede practicar con las mascotas inicialmente, sólo mirándolas y haciendo el mínimo de movimiento posible, luego se puede aplicar con un niño, observando y analizando, sin decir ni una palabra, sólo así se puede llegar a la etapa de estar en una discusión, controlarse unos segundos, ser conscientes de lo que está empezando a suceder y empezar a prestar atención.
Y cuando no encontremos nada, ni observando, ni buscando, ni preguntando, ni tratando de entender, en ese momento, debemos tomar la decisión más importante de nuestras vidas, y tomarla no al azar, ni tirando los dados, ni siquiera basado en el consejo de otra persona que admiramos mucho pero que no entendemos su razón en esta decisión...en esos casos debemos escuchar a nuestro corazón, pero eso no es fácil y tampoco debe serlo. Para escuchar a nuestro corazón primero debemos prepararnos para escucharlo y prepararlo para que nos hable, quiero decir que debemos estar en el lugar más tranquilo que nos parezca, sin distracciones hacia nosotros, puede ser con mucho ruido y movimiento pero mientras no tengamos que prestarle atención, no será una distracción. Además debemos librarnos de todos los sentimientos extremos, de la rabia, de la melancolía, del odio o del amor mismo, pues son sentimiento que opacan nuestra razón, todos los sentimientos extremos que están desbordando de nuestro cuerpo y que se están externalizando no nos permitirán escuchar a nuestro corazón, a nuestro interior puro. Y cuando logremos escuchar a nuestro corazón, esa respuesta es la que debemos seguir, pues nada hay más cierto que lo que somos nosotros mismos, la combinación de nuestros sentimientos, nuestra razón, nuestros problemas, nuestra felicidad, nuestras experiencias, nuestros defectos y virtudes, todo eso hace que la decisión basada en todo eso sea lo mejor para nosotros mismos; y aún así no será fácil, tendremos que ser perseverantes porque en cada paso que sigamos basada en esa decisión habrán voces que nos digan que está bien y otras que dirán lo contrario, pero cuando uno ya escuchó a su corazón puro ya no debe dejarse influenciar, debe seguir intentando...el corazón sabe lo que es mejor para sí mismo. 
Creo que la felicidad no es más que un sentimiento que varía en cada persona y en cada momento también, no es algo que se pueda definir exactamente, es algo que podemos explicar con el efecto en nosotros pero como cada efecto nace de una causa distinta y nunca hay una receta exacta de la ruta que une ambas cosas...porque cada persona, que es el medio, es distinta, las causas puede producir efectos diferentes al pasar por personas distintas. Entonces la felicidad, a mi entender, es sumar y restar nuestros sentimientos y cuando llegamos al punto de decir que la suma es positiva podemos decir que somos felices...y allí puedo decir que cada vez que te veo, cada vez que te abrazo, cada vez que te pienso y te siento aunque no estés, todas esas veces siento que te quiero más, siento que me quieres y mi corazón late más fuerte, todo ello es más grande que las tristezas, decepciones, amarguras, problemas u otras cosas negativas que me sucedan...mis hobbies y mis pasiones no cobrarían vida si al final de hacer cada una de esas cosas no termine estando a tu lado, de alguna manera eres la razón de mi vida y compartir toda nuestra vida es lo convierte esa razón en realidad, así puedo decir que soy feliz y que cada paso que hemos seguido en nuestra vida hicieron que esta felicidad perdurara en el tiempo y creo que si seguimos así seré muy feliz toda mi vida. Y por eso he querido compartir en resumen lo que pasó por mi mente y mi corazón en toda nuestra historia esperando que algunas ideas puedan ayudar a razonar con el objetivo de alcanzar la felicidad.

Todo es cuestión de nuestra decisión... (22/08/2014)

¿Por qué trabajo? O debería ser ¿para qué?
La otra vez dije una frase cierta desde mi punto de vista pero que ahora me ha cuestionado muchas cosas...solté la frase: el trabajo y el poco tiempo son un círculo vicioso, trabajo (trabajaba) más tiempo del que dormía, entre 9 y 10 horas en promedio (sin tomar en cuenta las llamadas "urgentes" en horas no laborales, ni las tareas asignadas a última hora también "urgentes", en el trayecto al trabajo se van 2 horas en promedio, en comer, cambiarme y demás me tomaba en promedio 3 horas...dando un total de:
8 horas de sueño
9.5 horas de trabajo
5 horas para desplazamiento y necesidades corporales 
Quedando sólo 1.5 horas en promedio para mi, mi pareja, mi familia, mis proyectos, etc..por eso en realidad no hacía nada...entonces hice algo que todos tus jefes te dicen (y pocos saben que es un daño contra uno mismo), dormía menos: en promedio 5.5 horas..ahora me quedaba 4 horas, pero ello se repartía entre el tráfico (cuando salía temprano de trabajar: antes de las 7:30pm), más trabajo, con lo que me quedaba en realidad unas 3 horas lo que sólo me permitía salir a algún lado o pasarla en la casa viendo TV. Entonces para ganar algo de tiempo adicional empecé a hacer lo que las empresas quieren que uno haga para "encajar" en nuestras vidas: empecé a mezclar el trabajo con mi vida personal, hacía cosas en el trabajo de índole personal que me obligaba a quedarme más tiempo para hacer lo que normalmente hacía, cenar en el trabajo también, cosas que uno puede ver como poco provechosas en cuestiones de tiempo, así le ganaba algo de tiempo al trabajo pero mentalmente me comprometía más porque no tenía claro ya el control de los tiempos que le dedicaba al trabajo, y trajo consigo lo opuesto también: trabajar los fines de semana (los únicos días en los que podía pensar sólo en temas propios), es provechoso en el sentido de la eficiencia del tiempo, respondía el correo de trabajo mientras comía o iba al baño, o respondía llamadas en cualquier parte mientras mi esposa estaba de compras, llamaba al banco desde la oficina, o al servicio de internet de mi casa para algún cambio que necesitaba, o llevaba la ropa a la lavandería durante el almuerzo y claro, mi almuerzo duraba más, y cosas por el estilo. Pero algo que fui perdiendo fue la concentración en todo lo que hacía, en ambos lados, en las cosas del trabajo y en las cosas personales, lo que finalmente me daba más trabajo y poco tiempo de calidad para todo lo que hacia: no recordaba exactamente lo que compraba mi esposa o lo que comía ya no lo disfrutaba, a pesar que íbamos a lugares muy bonitos...con más ingresos podía sintetizar más cosas de las que hacíamos (comprar lavadora, secadora, aspiradora y todos los artefactos) que nos ahorraban tiempo, ir a supermercados también porque es más rápido -aunque más caro- por el tiempo, el orden etc. Y claro, dependíamos más de esos ingresos por el trabajo que realizaba que era parte ya de mi vida. Me di cuenta entonces que la empresa(s) (como todas) había logrado su objetivo, yo era una máquina de trabajo que le de daba la gasolina al motor de la industria: trabajaba y consumía; me enfermaba por el stress, el aire acondicionado, la postura, el sedentarismo, la comida chatarra rápida de hacer y de comer pero poco saludable, el sueño no recuperado, el tiempo de poca calidad que le daba a mi familia, el cansancio, la vista, etc.. Todo es un círculo vicioso, y ahora que ya se por qué sí es necesaria la primera pregunta: ¿por qué?...es necesario realmente todo eso, salir a comer y pagar hasta más de 10 veces el costo de lo que comemos, sólo por el lugar, el servicio o cómo se ve? O comprar cosas que usamos una vez o que a veces ni usamos, sólo por el hecho de tenerlo nada más, porque algo nos dijo que lo hiciéramos porque nos hemos dejado introducir en la mente necesidades irreales, por ver mucho marketing en la TV o en internet? La industria en general está orientada al consumismo, desde la medicina que nos causa otras dolencias o males que resultan en necesitar otras medicinas, hasta los aparatos que también necesitan de otros para hacer lo que queremos hacer y aún así están incompletos, o las aplicaciones que las dividen en dos o tres sólo para pagar por separado, o los accesorios que tienen que combinar pero también las venden por separado. Y todo ¿por qué? ¿Por qué necesitamos todo eso?, y ahora viene la pregunta del ¿qué? Qué nos da esa necesidad: estar a la moda? Estar al día? Saber lo que ocurrió en el mundo? Saber lo que pasa en nuestro país al minuto? Pensar que eso nos da felicidad? O nos atrae el amor? O nos atrae al sexo opuesto? O sacia nuestros instintos más animales que no sabemos controlar?
Yo estoy de acuerdo con la tecnología en nuestras vidas y los avances en la medicina, genética, física, matemáticas, sicología, etc. Pero las grandes empresas usan todo eso para su propio provecho, cual es?: enriquecer a un pequeño grupo de personas, por que el dinero sí da poder, por lo menos sí en esta sociedad que ellos alimentan y lo hacen crecer haciéndonos creer que es así realmente, el punto es que todo está en nuestras manos, nuestras decisiones, en nuestro poder.
Y si dejamos de comer chatarra, azúcares, grasas? Si dejamos de comprar a las grandes corporaciones que venden barato pero que nos sale caro a nuestra salud, nuestro bolsillo con las cosas que duran menos, nuestra mente con conocimiento que sólo les sirve a ellos? Si dejamos de ver tantos programas que nos distraen de los problemas y enfrentamos los problemas del hogar, conversamos con nuestra familia o le damos tiempo de calidad? Si dejamos de tomar y hacer tantas cosas que nos dicen que nos divertirán y olvidamos nuestros problemas existenciales o personales, y los enfrentamos y nos damos tiempo de calidad a nosotros mismos para leer cosas que sí nos interesan?
Haciendo todo eso, podríamos enterarnos como están haciendo para vender semillas transgénicos que produzcan más pero que luego también eliminarán las otras especies (nuestra diversidad) para quedarse luego con un monopolio de semillas y nosotros con una sola comida al precio que ellos quieran darle. O enterarnos cómo los qué elegimos para el gobiernos son infiltrados de narcos, asesinos, violadores, estafadores; y poder elegir mejor a quienes nos representarán y dirán lo que queremos por cinco años, teniendo en cuenta que nuestra opinión no importa, sino de la gente que elegimos. O saber como las grandes potencias están haciendo para tener más control de nosotros también, a veces haciendo y otras dejando de hacer. O saber cómo orientar mejor a nuestros hijos desde nuestra idiosincrasia y no desde la perspectiva sólo de sus profesores. O saber como evitar las enfermedades en nuestra familia o evitar los distintos tipos de cáncer y cómo evitarlo para no tener que trabajar 3 veces más para comprar las medicinas y el tratamiento y seguir dándole vueltas al círculo vicioso. O salir a caminar, correr y a la vez que ponemos en uso nuestro cuerpo apreciar nuestra ciudad y ver qué se puede mejorar y poder analizar las propuestas de los futuros gobernantes. O disfrutar de las cosas cotidianas que siempre nos dan ideas de cómo mejorar nuestro mundo y no vivir cómo máquinas meramente que trabajan, producen y consumen simplemente.
O mirarnos a nosotros mismos, darse el tiempo de ver qué necesitamos mejorar, no buscar la forma rápida sino la forma sencilla y práctica de hacerlo. O enterarse cuáles son las empresas que explotan niños, mujeres y gente necesitada para ya no comprarles y hacerles entender que no estamos de acuerdo con sus prácticas. O conocer a las empresas que más están dañando nuestro ecosistema y dejarles de consumir a ellos y sus derivados también. O poder ver a la política con ojos críticos para no evitarla y tomar el poder en nuestras manos tomando decisiones bien pensadas y con conciencia.
En fin, todo se resume a que toda nuestra situación, nuestro entorno, nuestros problemas, nuestros buenos y malos momentos en realidad están en nuestras manos hasta cierto grado, y en ese mismo grado podemos cambiarlo, podemos hacer algo al respecto, sin esperar que otros lo hagan primero o sin esperar afectar en mayor grado del que en realidad podemos hacerlo, cada pequeño grano de arena que aportamos con nuestras decisiones realmente tendrán un efecto cuando se junten con los demás y si no sucede, no podemos conformarnos, como no lo hacemos con nuestras vidas...mantener nuestra posición en lo que profundamente queremos es hacernos escuchar, y explicar nuestra posición es compartir nuestras ideas...por ende, mientras más lo hagamos más felices seremos, y para ello también hay que escuchar y entender las ideas de los demás, ya sea que la compartamos o no...la unión de ambas cosas harán un mundo mejor para todos.
Volviendo a la frase inicial, todo lo que hacemos los hacemos para ser felices, cada uno en lo que cree que lo hace feliz, y creo que el trabajo a veces es un medio para hacerlo, para acceder a cosas que nos dan felicidad temporal pero que en suma con otras actividades nos dan esa felicidad que tanto queremos, pero para que ello se de, hay que tener claro que en la mayoría de los casos hay que sumarle otras actividades y si no lo hacemos podemos estar perdiéndonos de lo que queremos para nosotros, por eso es importante limitar el tiempo para el trabajo al igual que limitamos el tiempo para dormir o para descansar o para divertirnos, es equiparar los espacios de cada cosa que hacemos en nuestras vidas para que una no solape a otra y podamos ir a trabajar con todas las ganas, sin sentir que estamos perdiendo o dejando de hacer otras cosas por el trabajo, para no llegar a los sesenta años cansados de trabajar, para no buscar otro trabajo por cansancio, para no creer que el trabajo nos debe algo más que el tiempo que le dimos, etc. En ese sentido, ocho horas son más que suficientes si contamos con descanso los fines de semana, de otra forma creo que es un exceso y como todos los excesos deben ser puntuales para que no nos afecte, si dejamos que se haga rutinario podemos perder el sentido o el camino de nuestra felicidad; por lo menos para los opinen como yo, en el equilibrio de las cosas y el equilibrio en la vida.


martes, 20 de octubre de 2015

A veces una frase no es suficiente

Analizando las diferencias que tengo con mi esposa normalmente, encontré que lo que uno dice no es necesariamente lo que los demás entienden, es decir, la comprensión exacta de lo queremos decir depende de muchos factores: el entorno en el cual lo decimos, el momento o la situación emocional de la persona a quien nos dirigimos, el canal o medio por el cual le llega el mensaje a la otra persona, el tono de voz con el cual lo decimos, la explicación de lo que queremos decir, etc. Y aún así tampoco es suficiente porque depende de la idea o interpretación que tiene cada persona sobre cada palabra y sobre el entorno en el que recibe el mensaje. Por ejemplo: cuando yo digo "excelente", fuera del significado del diccionario, para mi significa algo más que buen bueno, sino que también estoy confirmando que las personas relacionadas son dignas de dicha palabra, cuando he participado del proceso como observador, aunque sea mínimo; pero cuando escucho la misma palabra, sólo lo entiendo como bueno cuando lo escucho de alguien que lo dice continuamente, a veces lo entiendo como simplemente bueno cuando el tono con que lo dicen es superfluo, incluso cuando escribo dicha palabra lo hago normalmente como una palabra de felicitación, pero no lo uso en comentarios normalmente. Entonces, si así es con una palabra, me imagino lo que será cuando decimos una frase, peor aún cuando la escribimos, sin tener al oyente al frente viendo el tono o la mirada con la que lo digo, el lenguaje escrito no puede llevar todo el resto de la información, y peor aún si no explicamos lo que queremos decir.
Por eso creo que la mejor forma de decirle algo complicado a un niño es dejando que lo entiendan con ejemplos, tal vez por eso se hizo la Biblia con analogías, hay cuestiones tan complicadas que no basta con una frase sino que hay que describir el entorno del hecho y en palabras que la otra persona pueda entender. Cuando le hablamos a los niños, tenemos que tomar en cuenta que ellos no han tenido muchas experiencias y cada palabra que decimos se traducirá sólo en el contexto que ellos tengan y de acuerdo con lo que para ellos signifique cada palabra. Por eso a veces terminamos de confundir más a los niños que hacer que aprendan, creemos que porque supuestamente ahora se desarrollan más rápidamente, entenderán todo lo que les decimos como lo entendemos nosotros, cuando en realidad no es para nada así.
Es cierto que los niños aprenden más rápido que los adultos el uso de los equipos electrodomésticos en general, pero no es porque sepan de física, mecánica o informática sino porque simplemente es tan intuitivo y lo repiten muchas veces, aprenden con ensayo y error, como cuando aprendemos a caminar, hablar, etc. Nos sorprende mucho cuando usan equipos que para nosotros tienen mucha complejidad y creemos que crecen más rápido que nosotros, que entienden más rápido que nosotros,  que piensan más rápido que nosotros, pero no nos damos cuenta que sólo han cambiado esas actividades repetitivas para aprender otras cosas, ese tiempo que ellos usan para aprender a usar un celular nosotros lo usábamos para entender a todos los bichos raros que encontrábamos en nuestras casas, o en el parque, o cuando mirábamos el cielo no sólo una vez, sino varias veces; y así con otras cosas más. Entonces, sólo es el cambio de un aprendizaje por otro? Creo que en algunos casos sí pero en otros no es así, se está perdiendo las actividades físicas por diversión (sí, los juegos) y se está reemplazando por competición; se están reemplazando las comidas familiares y aprendizaje en familia por el aprendizaje de la internet, cual es el el problema aquí? pues el control de la información que le llega al niño, cuando hay un adulto que controla el contenido es positivo, porque nuevamente, ellos no entienden las cosas como nosotros; se está reemplazando la imaginación y la capacidad de creación por habilidades visuales en exceso con los juegos electrónicos;  y así con otros temas como los sociales y personales.
Qué podemos hacer, pues nuevamente está en nuestras manos, son nuestras decisiones, no es fácil, pero en realidad somos los únicos con la capacidad para ayudarlos en su desarrollo, incluso en el desarrollo de su capacidad de decidir, y que no simplemente sigan lo que dicen en la TV o en internet o en la publicidad, somos los únicos que podemos abrirles los ojos y decirles que tanto dulce y comidas en bolsa hacen daño, que no todo lo que dice la TV, los periódicos o internet es cierto. Los niños que reciban esa clase de explicación, con analogías, con más de una explicación, con interpretación de sus expresiones de duda, sin cansancio porque se nos acabaron las ideas, con cariño; esos niños tendrán más soporte para poder crecer en este mundo tan cambiante y tan complejo, en el que vivimos y en el que deberán sobrevivir ellos.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Cómo dejarse pensar, inventar, innovar, crear... (2010)

Desde muy pequeño me dedicaba a hacer cosas de la casa, tareas normales como barrer, lavar mi ropa a mano, limpiar, y cosas así...cada vez que lo hacía, en esos actos muchas veces se me venían ideas a la cabeza, pensaba en lo que había escuchado en la escuela, en las dudas que tenían, en las nuevas cosas que aprendía que eran muy interesantes, en los problemas de ciencia o matemáticos, incluso cómo mejorar lo que ya me habían explicado en clase o en la TV...no sé porque pero en esos momentos enlazaba muchas cosas que se me venían a la mente relacionados con el problema o el tema, así se me ocurrían muchas cosas y lo mejor de todo era que imaginaba implementar la solución que encontraba e iba más allá, qué pasaba si...o si...en fin las ideas crecían y se asentaban más y más, eran tantas las cosas que se me ocurrían pero no tenía como aplicarlas realmente ni cómo guardarlas...Una vez se me ocurrió que a través de los colores podíamos identificar cualquier materia que se nos presentaba, esto se me ocurrió por que en 5to grado de primaria mi profesor nos dijo que habían muchas cosas que no se descubría de qué estaban compuestos y en otra clase mencionó que los colores eran la combinación de otros colores y de que cada color era prácticamente único pues los degradados le daban esa atenuación particular, entonces sólo sería necesario crear una máquina que tenga una especie de lupa que identifique cada color exactamente y de acuerdo a eso se podía identificar una materia específica; eso se me ocurrió ese mismo año pero algunos años después, ya en la universidad me enteré que cada color era una onda y cada onda tenía unas características propias, así mismo recién se había inventado una máquina que detectaba las ondas que irradiaban los objetos y de acuerdo a ello, al igual que el ojo, se podía detectar los colores con mayor presición que el mismo ojo pues las amplitudes muy pequeñas de dichas ondas no podían ser detectadas por el ojo humano. Entonces me di cuenta que había perdido esa imaginación que finalmente se podía convertir en algo más que puras ideas, claro no sólo fue esa idea la que se hizo realidad la que me llevó a esta conclusión...también analicé la vida de los científicos más reconocidos y me di cuenta que sus vidas de infantes eran en el campo o algo fuera de la ciudad, además en la actualidad a los científicos si bien los exprimen mentalmente a muchos, a otros pocos -los mejores- les dan de todo y sólo se dedican a una sola cosa. De todo esto se puede deducir muchas posibilidades, pero lo que estoy seguro es que no es el campo, no es el dinero, no es lo que parece, creo que es la actividad, claro que esto sería imposible teniendo una familia con problemas continuos...entonces mi mensaje sería: dejen pensar a sus hijos, a sí mismos, a sus compañeros...déjenles el espacio necesario para eso. Pero también hay que escuchar para poder probar dichas ideas, no olvidar que las mentes más interesantes y las ideas más interesantes no provienen del primer mundo necesariamente (se van para allá cuando son descubiertos sí pero no son los millonarios los que terminan siendo científicos en su mayoría, las películas de ficción no dicen la realidad en estos casos). Podemos seguir fomentando estos pensamientos y con ello un crecimiento de nuestra sociedad, claro está que cada uno tiene sus propias habilidades, pero todo se basa en el pensamiento así que la postura inicial aún sigue siendo la primordial y base de todo conocimiento: dejarse y dejar tiempo para pensar. Y como se ha mencionado, la mejor manera es haciendo cosas muy físicas repititivas no agresivas ni muy fuertes, o como mejor le acomode a cada uno, eso le permite a la mente no dar mucha concentración a ello y a la vez dejar "volar" la imaginación...claro dándoles base para que dichas ideas no sean producto total de la imaginación sino con un toque de realismo científico, es decir, es necesario el conocimiento y entendimiento de algunas cosas o hechos científicos.
Muchos padres buscan ahora que el niño sea el mejor y el que más tiene conocimientos en la cabeza pero, tantas tareas y libros por leer le dejan tiempo al niño (o a uno mismo) para PENSAR? Pues no creo, he visto cómo muchos terminan siendo parcialmente pensadores/creadores pues tienen las herramientas pero la falta de práctica y sobre todo en la etapa de niñez donde más se desarrolla no se le permitió al cerebro hacerlo, y pasar por la universidad no nos convierte en ello, sólo nos permite mejorarlo si es que lo permitimos y estamos preparados para hacerlo.
Para que la mente se desarrolle se necesita de un cuerpo ágil pero sobre todo de librarse del mundo y sus problemas por tiempos determinados y la etapa de mayor desarrollo es la niñez.

Gracias mamita.

sábado, 18 de abril de 2015

Es un tema de decisión

Desde niño siempre pensé que me iba a enamorar eternamente, que sería algo único y que sería para toda la eternidad...no tuve muchas experiencias como algunos amigos lo tenían pero la verdad no me importaba...esa creencia inicial me hacía sentir que debía ser especial, que no debía desperdiciar la oportunidad de enamorarme y de entregar mi pasión a cualquier chica que se me presentara...era idealista, aún lo soy. Pero por otro lado, era muy tímido con las mujeres, el colegio de hombres me enseñó a sobrevivir en un entorno masculino, en casa todos éramos varones excepto mi madre, así que no tenía muchos entornos donde desenvolverme con el otro género...es más, en el barrio tampoco tenía amigas, tenía que ir al colegio o visitar a mis tíos para poder interactuar con mujeres...así que todo esto no me dio muchas oportunidades de iniciar conversaciones con nuevas personas y menos con mujeres.
Así que si juntamos, el idealismo, la timidez y la poca experiencia de interactuar con las mujeres, ayudó a que este pensamiento de lo especial que debía ser mi relación con mi primera enamorada se afianzara aún más; pero luego, durante la pubertad, tuve algunas oportunidades de conocer a mujeres y me enamoré por primera vez, no fue la mejor experiencia para ambos creo...yo no sabía de los protocolos y era cómodo, no hacía muchos esfuerzos y seguramente por eso no duró mucho. Ya en la segunda vez pude mejorar un poco, pero como no había tenido un feedback de la primera vez no mejoré mucho además de la "labia", así que tampoco funcionó. Antes de que llegara la tercera oportunidad me prometí a mí mismo que sería mi última oportunidad, y no porque no creyera que no tendría muchas oportunidades sino porque a pesar de que no hacía mucho esfuerzo sí me dolían las rupturas, es decir, no hacía mucho esfuerzo porque no sabía que las relaciones de enamoramiento se construyen, no bastaba sólo con gustarse mucho, o con besarse y volar a otra galaxia, era más que eso pero yo no lo sabía. Así que esta vez sí tuve un feedback de mi anterior amor, así que cuando llegó la tercera oportunidad lo di todo hasta donde yo creía, era capaz de dar la vida incluso por algo minúsculo, anteponía a mis necesidades todo lo referente a este nuevo amor, no importaba nada más, claro que tampoco sabía que eso no era amar, aunque en ese momento sí lo creía. En ese momento comenzó mi verdadero aprendizaje del amor, lo primero que ayudó a mantener esa relación era mi promesa de que sería mi última oportunidad, así que cada vez que terminaba la relación (al principio), siempre intentaba de que volviera a funcionar y aprendí que amar era saber escuchar a la otra persona para saber sus necesidades reales, de hecho siempre he sabido escuchar pero qué difícil es hacerlo cuando uno está molesto, triste, rencoroso, dolido, en cada caso fui aprendiendo algo nuevo pues en cada vez tuve que dejar mi orgullo que se acrecienta en esas situaciones y donde prima el egoísmo y donde uno escucha menos a la otra persona aunque diga que sí lo hace; aprendí que justamente en esas situaciones la otra persona se abre más y te dice lo que normalmente no dice así que eso ayuda mucho a conocer a la otra persona y si uno quiere, la relación puede mejorar.
Luego de poner a la otra persona por encima de todo, esperaba que así fuera desde el otro lado también pero no fue así y eso llevó a otra ruptura pero seguí intentando, esta vez no porque creyera que fuese la última oportunidad sino porque entendí y sentí que tal vez mi forma de amar no era la correcta, entonces aprendí algo nuevo, amar no es dejar de quererse y antes de amar a otra persona uno debe amarse a sí mismo primero, eso me llevó a un nuevo nivel, aunque al principio me confundí un poco y era un poco egoísta, luego pude manejarlo mejor y nuevamente la relación pudo mejorar, claro que tuve que esforzarme mucho en cambiar mi mentalidad y entender que el amor es inteligente, amar no tiene por qué ser tonto, eso de amar locamente o tontamente que no te deje pensar se fue yendo poco a poco, fue un proceso largo.
Una vez que pude darme un poco más de importancia, por defecto vino el egoísmo, no en gran medida pero lo suficiente para que mis hormonas controlaran algunas decisiones y entonces aprendí algo más sobre el amor, que con cada acto que uno hace estamos tomando decisiones sobre nuestro amor, por que cada acto nos va llevando por uno u otro camino, es decir, el amor finalmente (como sentimiento mutuo que se desarrolla entre dos personas y que genera sensaciones de felicidad, alegría, seguridad, apego, etc.) es un tema de decisión, uno decide seguir amando con cada acto que realiza y que puede afectar a la otra persona ya sea directa o indirectamente, y cada acto nos puede llevar a enamorarnos más o menos de la otra persona; por eso cuando nos molestamos con la otra persona y hacemos cosas que van contra la relación, en ese momento estamos tomando decisiones y son de desamoramiento, y cuando hacemos cosas lindas cuando queremos reconciliarnos estamos tomando decisiones de enamoramiento, también es lo mismo desde el otro lado pues depende de cómo recibamos las acciones de la otra persona decidimos si queremos enamorarnos más o menos, incluso de lo que pensemos porque ello impacta en la actitud. Entonces puedo deducir que uno puede decidir enamorarse o no de otra persona.
Claro que esta última reflexión funciona en mi caso luego de todo lo ocurrido anteriormente, por lo que creo que es difícil de que funcione en relaciones están comenzando o peor aún, que no hayan comenzado aún, no se puede (o no se debe) decidir amar a una persona si aún no se tiene amor propio, no se conoce lo básico (si sus valores fundamentales congenian con los nuestros) y no se sabe escuchar a la otra persona, si no hay el sentimiento de respeto y cariño, y si no hay una mínima atracción física; creo que son requisitos para poder aventurarnos a decidir amar a una persona. Con todo esto la relación evoluciona a tal nivel que se pueden poner límites a otras relaciones de la pareja que podrían ser perjudiciales, sin que ello impacte en la relación misma, y eso mismo es una decisión que se tiene que tomar de mutuo acuerdo.
Y creo que es importante "decidir" amar porque luego de la primera etapa de enamoramiento natural, donde uno puede sentir el flechazo al encontrar a su media naranja, con los cosquilleos, la ilusión, la dependencia, etc., será necesario pasar a otra etapa donde el aporte consciente de cada uno es lo que mantiene o permite que se desarrolle aún más el amor, y ese paso que hay que dar es la DECISIÓN, que normalmente se da cuando uno se casa, porque es para toda la vida. Creo que al igual que con otras tradiciones muy antiguas, nuestros pensadores antepasados ya habían evaluado todo este proceso y por eso es que en todas las religiones existe el casamiento como el comienzo de la unión eterna entre dos personas, no sólo es la formalidad ante nuestro entorno en sus distintas perspectivas sino que es el gran paso nuestro que da comienzo a la formación de una nueva familia.
Cuando uno decide amar, todo se hace más fácil...las peleas tontas terminan más rápido, es más fácil que crezca el amor (claro si la decisión también la tomó la otra persona), es más fácil resolver las discrepancias más grandes, no hay problemas que no tengan solución, crece el respeto y crece el cariño. Porque cuando uno decide hacer una cosa y lo decide en serio, lo hace contra toda dificultad, si hay obstáculos los sobrepasamos, si alguien se quiere interponer lo ignoramos, no importa si no tenemos cosas materiales o si no tenemos tiempo, buscamos la forma de conseguir lo que necesitamos para lograr lo que hemos decidido alcanzar, y en el caso del amor el objetivo es amar para toda la vida. Por eso es que cuando uno se casa y jura amar, respetar, proteger, etc. a la otra persona para toda la vida, debe hacerlo consciente de que lo podrá cumplir, y si uno ya tomó la decisión previa de hacerlo, puede jurar ello con la seguridad de que lo hará porque la decisión anteriormente tomada también nos da seguridad de que se hará.
Pero también creo que esta decisión también se puede tomar luego del casamiento, incluso luego de tener hijos, porque a veces no hemos sido conscientes de que era necesario tomar esta importante decisión, la decisión de nuestras vidas, la de amar. Nunca es tarde siempre que cumplamos los requisitos. Como cuando decidimos hacer algo que siempre quisimos y nos faltaba algo, a veces ese algo sólo era decisión, porque los requisitos que nos pone la vida para hacer algo son tan básicos y no implican nada material. Incluso cuando en un momento no se cumplen todos los requisitos, eso no quita que luego se puedan cumplir luego de haber trabajado en ello. A veces el gran dilema está sólo en que la otra parte también quiera tomar la decisión, por eso lo importante de los requisitos para poder conversar abiertamente del tema con la otra parte de la relación, nunca es tarde y si lo es, también se puede tomar la decisión de dejar de amar, pero al igual que la otra decisión, esta debe tomarse siendo consciente y después de meditarlo mucho, sin que haya otros sentimientos que influencien, como dije al principio, el amor es inteligente, y no se puede tomar una decisión inteligente con sentimientos exacerbados o elevados, debe hacerse calmados y si es necesario que pasen meses, pues es necesario.
En resumen, el amor puede ser algo que trasciende al tiempo y espacio, pero amar es sólo otro verbo más que implica una acción y como tal se puede realizar dicha acción de manera consciente o inconsciente, por ende, la acción de amar es algo controlable, que se puede hacer en mayor o menor medida como una suerte de alimentar el amor, que se puede hacer o deshacer en cualquier momento, y para ello, como toda acción se debe tomar la decisión de hacerlo o no, o por lo menos el hecho de realizar dichas acciones de manera consciente es mejor. El amor entre dos personas trasciende pero el hecho de amar de cada una de las partes es la acción que realiza en cada momento respecto del amor que existe entre ambos, lo diferente a otras acciones es que a veces la acción impacta no sólo sobre la parte de lo ejecuta sino también en el amor que siente la otra parte, es decir, amor no sólo implica la acción de dar amor sino también en el sentir como cuando se siente un olor, es una experiencia física y mental y uno tiene que tener claro que es así desde el otro lado también para saber que sus actos repercuten en el sentir y el accionar de la otra persona y todo ello impacta en el amor que hay dentro de la relación. 

domingo, 28 de marzo de 2010

Qué nos hace mejores...

Cierta vez estuve meditando sobre mis logros personales y en qué cosas he mejorado respecto de mis debilidades y los problemas que he superado...a todo esto recordé algún pasaje de la biblia que había escuchado de algún lado...bueno, la idea era que lo que ya hemos recibido no es un logro, el logro es lo que podemos mejorar sobre eso, o algo que no hayamos heredado ya sea biológicamente o físicamente, así lo interpreto yo. Es decir, por ejemplo en mi caso, yo vine al mundo con una inteligencia normal pero algo habilidoso, entonces el resultado que yo tenga de usar esa habilidad así como la tengo no contiene ningún valor agregado propio pues es algo que ya vino conmigo, algo innato, algún don que yo ya tengo...pero por ejemplo una debilidad que tengo es la impuntalidad, tal vez heredada o tal vez costumbre adquirida, el punto es qué hago para ya no serlo, es decir, si logro ser puntual y al combinarlo con mis habilidades obtengo algún logro creo que eso sí sería un verdadero logro, algo de que enorgullecerme, lo demás sólo es el resultado de los dones que me fue dado, sin un valor agregado creo que no hay un beneficio social mayor. Entonces me puse el ejemplo de un rico que tuvo todas las facilidades económicas, cuál sería su valor agregado propio, personal o verdadero....pues yo creo que mejorar o adquirir valores que no sean intrísecos de su familia, tal vez humildad, vocación de servicio, ayudar al prójimo, compartir, respeto por la ley, etc... y lo mismo para una persona pobre: perseverancia tal vez, compartir también, etc...es decir, lo que realmente valemos son las cosas propias que nosotros mismos aprendemos al ver nuestro entorno o aprendemos por nuestra cuenta o razonamiento o incluso a través de la ayuda de otros pero el tema es saber escuchar...Otro ejemplo que se me vino a la cabeza es mi viejo, muy inteligente y casi un orador, y muchas cosas que ha logrado con ese don innato son muy buenas pero son aún mejores las que logra con el mismo don en combinación con otros valores que no le son innatos, que imagino que tiene y que tal vez no he visto mucho...también está mi hermano, muy inteligente mentalmente pero algo desviado en cuanto su actuar, creo que el echo de agarrarse sólo de su inteligencia para todo lo que hace es su problema, a veces creo que algunos tenemos el mismo problema, pero si combinamos aquello con algo de inteligencia emocional, experiencias adquiridas por otros y hasta algo de sicología externa; a veces el echo de no ver más allá de nuestras propias experiencias o no querer aprender de la experiencia de los demás, o de pensar que sólo con la inteligencia se logra todo, no permite que crezcamos y aprendamos cosas nuevas o adquiramos nuevos valores, es decir, para una persona inteligente, cuál es su valor agregado?...pues creo que algunos valores que no estén directamente relacionados: saber escuchar, aprender de todo y de todos, aceptar los errores y debilidades, etc... En fin, si queremos estar orgullosos de nosotros mismos, no nos durmamos en nuestro logros adquiridos ya sea por familia o por genética, tenemos que traspasar las fronteras de las costumbres e ideas de nuestra familia y de nuestras propias costumbres, ver un poco más allá de esa frontera y con ello tomar una decisión propia con consciencia propia y no sólo por costumbres familiares o con las limitaciones de nuestros dones, hay que adquirir nuevos dones con el trabajo y la perseverancia en ello; muchas veces perseveramos en el trabajo, en algunas materias, en los negocios, en los estudios, en una discusión...pero cuántas veces perseveramos en mejorar nuestros defectos o debilidades, cuántas veces hemos fallado en el intento y lo hemos intentado otra vez sin decir: "así soy yo y no voy a cambiar" o algo así, logrando únicamente mantener esos defectos por no darle la suficiente importancia o por creer que "en general soy bueno pero tengo mis propios defectos, no soy perfecto y no está mal", eso lo único que hace es mantenernos con esos defectos, si podemos y debemos aspirar a ser perfectos tanto emocional como físicamente y eso no está mal...sabemos que nunca llegaremos a la perfección pero la idea es simplemente mejorar en el aspecto sicológico-personal, así como normalmente lo hacemos para lo económico, dándole el tiempo necesario a ello como lo merece...tenemos que mejorar en varios aspectos y debemos aceptar nuestros defectos de la mejor manera y tener claro que podemos mejorar...