sábado, 24 de octubre de 2015

Felicidad en el tiempo... (10:11 a.m. 01/08/2015)


Estamos juntos ya 15 años y sólo tengo claro que la decisión que tomé el primer día, el día que le dije para estar, el día que le pedí la mano, el día de la boda y todos los otros días que nos peleamos, fue lo que me hace ser feliz todos los días con ella. Uno decide su futuro cada minuto que pasa y en cada acción que toma, desde la más pequeña hasta la más grande, aunque sea consciente o no. Pero para decidir hay que entender...y comprender, no sólo lo que nos rodea y a quienes están en nuestro camino también a nosotros mismos, que a veces es muy difícil porque no queremos ver nuestros defectos o si lo sabemos a veces no queremos verlos como defectos sino como personalidad y cubrimos la realidad de que pueden afectar a los que nos rodean y a veces hacerles daño, para mi eso fue lo más difícil de comprender e interiorizar. Y si no se sabe algo, si no se tienen todos los argumentos o definiciones para llegar a comprender, se debe preguntar, uno tiene que ser consciente de que mucho lo que "sabemos" a veces son sólo conjeturas, experiencias pasadas en un entorno distinto que no necesariamente se van a repetir, a veces realmente no sabemos lo que creemos saber y eso también es complicado entender y ser consciente de que necesitamos preguntar a alguien más, no porque alguien tenga la respuesta necesariamente sino que nos puede dar otra perspectiva de lo que creemos saber, alguien que es muy distinto a nosotros sobre todo, que sea sincero y no oculte sentimientos.
Y si no se tiene respuestas se debe buscar con todas las fuerzas, como cuando buscamos algo que queremos mucho, como cuando se pierde la mascota y dejamos todo lo demás para buscarlo y no paramos hasta encontrarlo, o como cuando se nos pierde dinero y volvemos toda la ruta anterior y tratamos de volver paso a paso y revivir lo que hicimos para encontrar en dónde nos pudimos descuidar y encontrar lo que buscamos; ese tipo de búsquedas sólo lo hacemos cuando algo nos importa y también es posible usarlo cuando buscamos respuestas. Y, si aún así no encontramos las respuestas sólo nos queda prestar atención, porque muchas veces las respuestas están muy cerca pero no nos daremos cuenta si no estamos conscientes de que pueden estar allí, entonces lo que hay que hacer es prestar mucha atención, pensar antes de hacer o decir algo, escuchar pacientemente a los que están a nuestro alrededor, aguantar el querer hablar o opinar, porque cuando uno habla deja de pensar, la mente es más rápida que el habla y debemos darnos cuenta que cuando hablamos dejamos de pensar para poder hablar y se pierde la atención, se obvian gestos, se deja mucho de lado para poder expresar lo poco que hemos captado, analizado y entendido, en lugar de todo eso es mejor seguir observando y prestando atención, es mejor seguir recopilando información que luego nos de alguna respuesta en nuestra mente, es difícil pero se puede practicar con las mascotas inicialmente, sólo mirándolas y haciendo el mínimo de movimiento posible, luego se puede aplicar con un niño, observando y analizando, sin decir ni una palabra, sólo así se puede llegar a la etapa de estar en una discusión, controlarse unos segundos, ser conscientes de lo que está empezando a suceder y empezar a prestar atención.
Y cuando no encontremos nada, ni observando, ni buscando, ni preguntando, ni tratando de entender, en ese momento, debemos tomar la decisión más importante de nuestras vidas, y tomarla no al azar, ni tirando los dados, ni siquiera basado en el consejo de otra persona que admiramos mucho pero que no entendemos su razón en esta decisión...en esos casos debemos escuchar a nuestro corazón, pero eso no es fácil y tampoco debe serlo. Para escuchar a nuestro corazón primero debemos prepararnos para escucharlo y prepararlo para que nos hable, quiero decir que debemos estar en el lugar más tranquilo que nos parezca, sin distracciones hacia nosotros, puede ser con mucho ruido y movimiento pero mientras no tengamos que prestarle atención, no será una distracción. Además debemos librarnos de todos los sentimientos extremos, de la rabia, de la melancolía, del odio o del amor mismo, pues son sentimiento que opacan nuestra razón, todos los sentimientos extremos que están desbordando de nuestro cuerpo y que se están externalizando no nos permitirán escuchar a nuestro corazón, a nuestro interior puro. Y cuando logremos escuchar a nuestro corazón, esa respuesta es la que debemos seguir, pues nada hay más cierto que lo que somos nosotros mismos, la combinación de nuestros sentimientos, nuestra razón, nuestros problemas, nuestra felicidad, nuestras experiencias, nuestros defectos y virtudes, todo eso hace que la decisión basada en todo eso sea lo mejor para nosotros mismos; y aún así no será fácil, tendremos que ser perseverantes porque en cada paso que sigamos basada en esa decisión habrán voces que nos digan que está bien y otras que dirán lo contrario, pero cuando uno ya escuchó a su corazón puro ya no debe dejarse influenciar, debe seguir intentando...el corazón sabe lo que es mejor para sí mismo. 
Creo que la felicidad no es más que un sentimiento que varía en cada persona y en cada momento también, no es algo que se pueda definir exactamente, es algo que podemos explicar con el efecto en nosotros pero como cada efecto nace de una causa distinta y nunca hay una receta exacta de la ruta que une ambas cosas...porque cada persona, que es el medio, es distinta, las causas puede producir efectos diferentes al pasar por personas distintas. Entonces la felicidad, a mi entender, es sumar y restar nuestros sentimientos y cuando llegamos al punto de decir que la suma es positiva podemos decir que somos felices...y allí puedo decir que cada vez que te veo, cada vez que te abrazo, cada vez que te pienso y te siento aunque no estés, todas esas veces siento que te quiero más, siento que me quieres y mi corazón late más fuerte, todo ello es más grande que las tristezas, decepciones, amarguras, problemas u otras cosas negativas que me sucedan...mis hobbies y mis pasiones no cobrarían vida si al final de hacer cada una de esas cosas no termine estando a tu lado, de alguna manera eres la razón de mi vida y compartir toda nuestra vida es lo convierte esa razón en realidad, así puedo decir que soy feliz y que cada paso que hemos seguido en nuestra vida hicieron que esta felicidad perdurara en el tiempo y creo que si seguimos así seré muy feliz toda mi vida. Y por eso he querido compartir en resumen lo que pasó por mi mente y mi corazón en toda nuestra historia esperando que algunas ideas puedan ayudar a razonar con el objetivo de alcanzar la felicidad.

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