sábado, 24 de octubre de 2015

Todo es cuestión de nuestra decisión... (22/08/2014)

¿Por qué trabajo? O debería ser ¿para qué?
La otra vez dije una frase cierta desde mi punto de vista pero que ahora me ha cuestionado muchas cosas...solté la frase: el trabajo y el poco tiempo son un círculo vicioso, trabajo (trabajaba) más tiempo del que dormía, entre 9 y 10 horas en promedio (sin tomar en cuenta las llamadas "urgentes" en horas no laborales, ni las tareas asignadas a última hora también "urgentes", en el trayecto al trabajo se van 2 horas en promedio, en comer, cambiarme y demás me tomaba en promedio 3 horas...dando un total de:
8 horas de sueño
9.5 horas de trabajo
5 horas para desplazamiento y necesidades corporales 
Quedando sólo 1.5 horas en promedio para mi, mi pareja, mi familia, mis proyectos, etc..por eso en realidad no hacía nada...entonces hice algo que todos tus jefes te dicen (y pocos saben que es un daño contra uno mismo), dormía menos: en promedio 5.5 horas..ahora me quedaba 4 horas, pero ello se repartía entre el tráfico (cuando salía temprano de trabajar: antes de las 7:30pm), más trabajo, con lo que me quedaba en realidad unas 3 horas lo que sólo me permitía salir a algún lado o pasarla en la casa viendo TV. Entonces para ganar algo de tiempo adicional empecé a hacer lo que las empresas quieren que uno haga para "encajar" en nuestras vidas: empecé a mezclar el trabajo con mi vida personal, hacía cosas en el trabajo de índole personal que me obligaba a quedarme más tiempo para hacer lo que normalmente hacía, cenar en el trabajo también, cosas que uno puede ver como poco provechosas en cuestiones de tiempo, así le ganaba algo de tiempo al trabajo pero mentalmente me comprometía más porque no tenía claro ya el control de los tiempos que le dedicaba al trabajo, y trajo consigo lo opuesto también: trabajar los fines de semana (los únicos días en los que podía pensar sólo en temas propios), es provechoso en el sentido de la eficiencia del tiempo, respondía el correo de trabajo mientras comía o iba al baño, o respondía llamadas en cualquier parte mientras mi esposa estaba de compras, llamaba al banco desde la oficina, o al servicio de internet de mi casa para algún cambio que necesitaba, o llevaba la ropa a la lavandería durante el almuerzo y claro, mi almuerzo duraba más, y cosas por el estilo. Pero algo que fui perdiendo fue la concentración en todo lo que hacía, en ambos lados, en las cosas del trabajo y en las cosas personales, lo que finalmente me daba más trabajo y poco tiempo de calidad para todo lo que hacia: no recordaba exactamente lo que compraba mi esposa o lo que comía ya no lo disfrutaba, a pesar que íbamos a lugares muy bonitos...con más ingresos podía sintetizar más cosas de las que hacíamos (comprar lavadora, secadora, aspiradora y todos los artefactos) que nos ahorraban tiempo, ir a supermercados también porque es más rápido -aunque más caro- por el tiempo, el orden etc. Y claro, dependíamos más de esos ingresos por el trabajo que realizaba que era parte ya de mi vida. Me di cuenta entonces que la empresa(s) (como todas) había logrado su objetivo, yo era una máquina de trabajo que le de daba la gasolina al motor de la industria: trabajaba y consumía; me enfermaba por el stress, el aire acondicionado, la postura, el sedentarismo, la comida chatarra rápida de hacer y de comer pero poco saludable, el sueño no recuperado, el tiempo de poca calidad que le daba a mi familia, el cansancio, la vista, etc.. Todo es un círculo vicioso, y ahora que ya se por qué sí es necesaria la primera pregunta: ¿por qué?...es necesario realmente todo eso, salir a comer y pagar hasta más de 10 veces el costo de lo que comemos, sólo por el lugar, el servicio o cómo se ve? O comprar cosas que usamos una vez o que a veces ni usamos, sólo por el hecho de tenerlo nada más, porque algo nos dijo que lo hiciéramos porque nos hemos dejado introducir en la mente necesidades irreales, por ver mucho marketing en la TV o en internet? La industria en general está orientada al consumismo, desde la medicina que nos causa otras dolencias o males que resultan en necesitar otras medicinas, hasta los aparatos que también necesitan de otros para hacer lo que queremos hacer y aún así están incompletos, o las aplicaciones que las dividen en dos o tres sólo para pagar por separado, o los accesorios que tienen que combinar pero también las venden por separado. Y todo ¿por qué? ¿Por qué necesitamos todo eso?, y ahora viene la pregunta del ¿qué? Qué nos da esa necesidad: estar a la moda? Estar al día? Saber lo que ocurrió en el mundo? Saber lo que pasa en nuestro país al minuto? Pensar que eso nos da felicidad? O nos atrae el amor? O nos atrae al sexo opuesto? O sacia nuestros instintos más animales que no sabemos controlar?
Yo estoy de acuerdo con la tecnología en nuestras vidas y los avances en la medicina, genética, física, matemáticas, sicología, etc. Pero las grandes empresas usan todo eso para su propio provecho, cual es?: enriquecer a un pequeño grupo de personas, por que el dinero sí da poder, por lo menos sí en esta sociedad que ellos alimentan y lo hacen crecer haciéndonos creer que es así realmente, el punto es que todo está en nuestras manos, nuestras decisiones, en nuestro poder.
Y si dejamos de comer chatarra, azúcares, grasas? Si dejamos de comprar a las grandes corporaciones que venden barato pero que nos sale caro a nuestra salud, nuestro bolsillo con las cosas que duran menos, nuestra mente con conocimiento que sólo les sirve a ellos? Si dejamos de ver tantos programas que nos distraen de los problemas y enfrentamos los problemas del hogar, conversamos con nuestra familia o le damos tiempo de calidad? Si dejamos de tomar y hacer tantas cosas que nos dicen que nos divertirán y olvidamos nuestros problemas existenciales o personales, y los enfrentamos y nos damos tiempo de calidad a nosotros mismos para leer cosas que sí nos interesan?
Haciendo todo eso, podríamos enterarnos como están haciendo para vender semillas transgénicos que produzcan más pero que luego también eliminarán las otras especies (nuestra diversidad) para quedarse luego con un monopolio de semillas y nosotros con una sola comida al precio que ellos quieran darle. O enterarnos cómo los qué elegimos para el gobiernos son infiltrados de narcos, asesinos, violadores, estafadores; y poder elegir mejor a quienes nos representarán y dirán lo que queremos por cinco años, teniendo en cuenta que nuestra opinión no importa, sino de la gente que elegimos. O saber como las grandes potencias están haciendo para tener más control de nosotros también, a veces haciendo y otras dejando de hacer. O saber cómo orientar mejor a nuestros hijos desde nuestra idiosincrasia y no desde la perspectiva sólo de sus profesores. O saber como evitar las enfermedades en nuestra familia o evitar los distintos tipos de cáncer y cómo evitarlo para no tener que trabajar 3 veces más para comprar las medicinas y el tratamiento y seguir dándole vueltas al círculo vicioso. O salir a caminar, correr y a la vez que ponemos en uso nuestro cuerpo apreciar nuestra ciudad y ver qué se puede mejorar y poder analizar las propuestas de los futuros gobernantes. O disfrutar de las cosas cotidianas que siempre nos dan ideas de cómo mejorar nuestro mundo y no vivir cómo máquinas meramente que trabajan, producen y consumen simplemente.
O mirarnos a nosotros mismos, darse el tiempo de ver qué necesitamos mejorar, no buscar la forma rápida sino la forma sencilla y práctica de hacerlo. O enterarse cuáles son las empresas que explotan niños, mujeres y gente necesitada para ya no comprarles y hacerles entender que no estamos de acuerdo con sus prácticas. O conocer a las empresas que más están dañando nuestro ecosistema y dejarles de consumir a ellos y sus derivados también. O poder ver a la política con ojos críticos para no evitarla y tomar el poder en nuestras manos tomando decisiones bien pensadas y con conciencia.
En fin, todo se resume a que toda nuestra situación, nuestro entorno, nuestros problemas, nuestros buenos y malos momentos en realidad están en nuestras manos hasta cierto grado, y en ese mismo grado podemos cambiarlo, podemos hacer algo al respecto, sin esperar que otros lo hagan primero o sin esperar afectar en mayor grado del que en realidad podemos hacerlo, cada pequeño grano de arena que aportamos con nuestras decisiones realmente tendrán un efecto cuando se junten con los demás y si no sucede, no podemos conformarnos, como no lo hacemos con nuestras vidas...mantener nuestra posición en lo que profundamente queremos es hacernos escuchar, y explicar nuestra posición es compartir nuestras ideas...por ende, mientras más lo hagamos más felices seremos, y para ello también hay que escuchar y entender las ideas de los demás, ya sea que la compartamos o no...la unión de ambas cosas harán un mundo mejor para todos.
Volviendo a la frase inicial, todo lo que hacemos los hacemos para ser felices, cada uno en lo que cree que lo hace feliz, y creo que el trabajo a veces es un medio para hacerlo, para acceder a cosas que nos dan felicidad temporal pero que en suma con otras actividades nos dan esa felicidad que tanto queremos, pero para que ello se de, hay que tener claro que en la mayoría de los casos hay que sumarle otras actividades y si no lo hacemos podemos estar perdiéndonos de lo que queremos para nosotros, por eso es importante limitar el tiempo para el trabajo al igual que limitamos el tiempo para dormir o para descansar o para divertirnos, es equiparar los espacios de cada cosa que hacemos en nuestras vidas para que una no solape a otra y podamos ir a trabajar con todas las ganas, sin sentir que estamos perdiendo o dejando de hacer otras cosas por el trabajo, para no llegar a los sesenta años cansados de trabajar, para no buscar otro trabajo por cansancio, para no creer que el trabajo nos debe algo más que el tiempo que le dimos, etc. En ese sentido, ocho horas son más que suficientes si contamos con descanso los fines de semana, de otra forma creo que es un exceso y como todos los excesos deben ser puntuales para que no nos afecte, si dejamos que se haga rutinario podemos perder el sentido o el camino de nuestra felicidad; por lo menos para los opinen como yo, en el equilibrio de las cosas y el equilibrio en la vida.


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